El 25 de junio a partir de las dos y media de la tarde Ecuador se paralizó o al menos
eso ocurría por decreto presidencial para el sector
público que permitía cesar sus actividades a esa hora. El ambiente laboral en el sector privado era distinto y mucho dependía de la
decisión interna de los dueños de las empresas de dejar ir o no a sus empleados
a casa, para que pudieran ver el último partido de la selección ecuatoriana de
fútbol contra Francia.
Los ecuatorianos conocían que el panorama era poco favorable para el equipo que solo tenía 3 puntos y debía enfrentar a Francia, un difícil adversario
en la cancha de juego. Pese a que conocían las pocas posibilidades de
clasificar a octavos de final no dejaron de tener fe en un empate o en el 1 a 0
que era el pronóstico más positivo de juego que habría servido, sí Suiza no
hubiera ganado por 3 goles a cero frente a Honduras.
A las dos y media de la tarde entre Boyacá y García
Avilés ya se escuchaban los pitos de los carros que transitaban por la zona. Algunos
salían de las oficinas e intentaban llegar a tiempo para ver el partido en
casa.
Otros como Ruth Reyes
vendedora de la Importadora y Distribuidora
Perla del Pacífico apoyaban a la Tri vistiendo la camiseta porque no estaban
autorizados a ver el partido. Ella y sus demás compañeros tenían que cumplir su
jornada laboral con normalidad. Lo único que podían hacer es mantenerse
informados por radio.
En la misma calle Aguirre entre Boyacá y García Avilés
unas cuadras más arriba se encuentra la Librería Española, que es administrada
por Eddy Marcillo, quien está a cargo de
3 trabajadores. Una de ellas es Nadia Menéndez que confiesa no saber mucho de
fútbol y pronostica el resultado de juego Ecuador 2 Francia 0. Si pierde la selección
ella continuará viendo los partidos
especialmente en los que este Brasil porque le gusta mucho el juego de Neymar y
su atractivo físico.
Eddy Marcillo en el interior de la Librería Española con dos de sus trabajadores
Fuente: Mc Falconi
En la esquina de la parada La Catedral de la Metro Vía, en
cambio se encontraba el local de Bijouterie y Accesorios, su propietaria Laura
Beltrán de nacionalidad colombiana tenía el televisor encendido y aunque la
jornada laboral se mantiene como de costumbre para sus trabajadores, ella no les prohíbe ver el partido. Tiene 8 años
viviendo aquí y guarda un cariño especial al país por eso aún sabiendo que el reto
era duro deseaba el triunfo de la selección.
“En que le puedo ayudar, amiga Buenas tardes” era la
frase de bienvenida con la que Yomaira Vera recibía a los clientes que
ingresaban al local. Ella no se muestra
muy optimista y minutos antes del juego
dice “Francia es Francia, pero ojalá que gane”.
Yomaira Vera atendiendo a una de las clientes que se acercó a comprar minutos antes de que empezara el partido de Ecuador Vs Francia. Mc Falconi
Mariana Mestanza su compañera de trabajo, esta vez no se
animo a apostar para ver quien acertaba en el resultado. Lo hizo en el partido
anterior contra Honduras en el que predijo el 2-1 a favor de Ecuador. Todos sus
compañeros incluyendo su jefa tuvieron que pagarle $10 cada uno. “Francia es un
rival muy fuerte y por eso esta vez no quise arriesgarme, aunque si guardo
esperanza para Ecuador”.
Mariana Mestanza de
espaldas atendiendo a los clientes Fuente: Mc Falconi
Cruzando la calle se encuentra Almacenes Boyacá, que a
solo 5 minutos de empezar el partido
mostraba un panorama distinto al cotidiano. Al ingresar a la tienda se
observan pocos clientes y los trabajadores todos conglomerados en la puerta principal y en la pared de la derecha hasta
llegar a la oficina de la administradora, Erika Cervantes que más que jefa se había convertido en cómplice de sus compañeros
de trabajo para ver el partido.
Los jefes superiores de ellos no le habían autorizado detener las actividades
para ver el juego, pero ella considero que podían verlo y en caso de que
llegaran clientes durante los 90 minutos los atenderían con la misma predisposición.
Cuando se inició el primer tiempo los trabajadores con
entusiasmo dicen: "Si Señor vamos. Vamos Antonio, Vamos Gua Gua. Ahora SI"
Entre el sonido de las barras iniciales, un cliente ingresaba al almacén, luego de un rato salió sin comprar ningún artículo para suerte de Nelly Estrada, la cajera de turno.
En la primera amenaza de gol del equipo francés, se escuchan
frases como: “A pararse bien Ecuador”, “A templarse negros”, “Vamos Ecuador,
Vamos” Cuando la defensa saca el balón del área de gol dicen Vamos Ecuador
bien, así es que es. En medio de los halagos Jessica Quijije dice a sus demás compañeros "¿Supongamos que empaten, que pasa?. No supongamos nada, gritan en coro.
A los 5 minutos con 30 segundos llega el segundo cliente
al Almacén, mientras tanto la gente adentro gritaba y se emocionaba ante la
posibilidad de gol que se le presento a Montero, pero no la supo hacer efectiva.
Aquella frase que dice que las noticias malas vienen en
par se dio en este encuentro cuando solo minutos después de la jugada nefasta
los comentaristas anunciaban que Suiza había anotado el primer gol a Honduras resultado que evidentemente dejaba fuera
de competencia a la selección nacional.
Ante la primera falla que le pitan a Antonio Valencia el público
dice Toño pórtate bien que te necesitamos. Mientras Ecuador hace efectivo su
saque lateral otros en cambio gritan: "corre como Hormiga", refiriéndose a
Paredes.
Era evidente que el dominio del balón lo tenía Francia y
la selección ecuatoriana había puesto énfasis en la defensa. Los trabajadores
de Boyacá desesperados por los resultados, pedían que salga un gol aunque sea
de suerte.
La falta hacia Enner Valencia le deja una lesión que parecía
lo haría salir del partido, pero en Almacenes Boyacá los trabajadores como el
resto de 14 millones de ecuatorianos que veían el partido no querían que eso
sucediera. Tenían la esperanza puesta en este jugador como la última
posibilidad de clasificación. Lástima que el comodín final se iba atenuando
conforme transcurrían los minutos de juego y se conocía que Suiza marcaba el
segundo gol a Honduras.
“Están que nos aboyan” decían los empleados y mientras tanto 3 clientes ingresaban seguido
de dos clientas más que de coincidencia llegaron justo en el momento en que se
cerraba el primer tiempo del partido por 0 a 0.
El segundo tiempo del partido se traslada a las afueras
del edificio La Raspa. Donde Mirela Fernández comerciante de discos y de peluches
hizo alto a sus actividades comerciales para sentarse junto a su amiga María
Sinche que es conserje del lugar y su esposo Jhony Zambrano que es payaso de profesión.
Ellos con sus hijos no tuvieron mejor manera de ver el partido que sentados en sillas plásticas en la vereda.
Los esposos Zambrano Sinche junto a los demás miembros de su familia y su amiga Mirela Fernández viendo el partido. Fuente: Mc Falconi
Al principio era solo un círculo familiar y de amigos
pero a medida que transcurrían los minutos se acercaban las personas que transitaban
por ahí y que no pudieron llegar a sus
casas a tiempo para verlo en familia. A ellos no les molestaba la compañía de extraños.
Intercambiaban opiniones y sufrieron juntos la noticia de la expulsión de Antonio
Valencia.
Aumenta el número de personas que ven el partido
junto a los Zambrano Sinche.
Fuente:Mc Falconi
Aún cuando faltaban 15 minutos para que termine el
partido la expectativa de que hicieran un gol seguía vigente. Cuando se supo
que el partido quedó cero a cero la gente comenzó a caminar. Ya no había nada
por hacer. Estábamos fuera del mundial. Frases de consuelo como: “Al menos no
nos golearon, perdimos con dignidad” eran pronunciadas por Jhony Zambrano quien
aún conociendo la derrota sonreía y abrazaba a su familia. Mirela Fernández por su parte con la clásica reflexión de que la
vida continua sin importar que ocurra ponía a sonar en alto volumen algunos éxitos de la música disco
de los 90.
Así con toque musical más las sonrisas de algunos y lágrimas de otros se
acababa la ilusión de continuar en competencia. Solo les queda a los
jugadores y a los hinchas la expectativa de entrenar duro para tener la oportunidad de demostrar un mejor desempeño en el siguiente mundial.
Familia Zambrano Sinche minutos después de ver el partido. Fuente: Mc Falconi
Redactado por: Maricarmen Falconi
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